Con el acceso a Internet en plena selva, aldeas de 2000 habitantes en el Valle del Yavarí se enfrentan a extraordinarios desafíos y oportunidades. El impacto de las redes sociales, los video juegos, la pornografía y otros exigen equilibrar tradición y modernidad

Crédito Fotografías Victor Moriyama/New York Times
En el corazón del Amazonas brasileño, una revolución silenciosa está ocurriendo. El pueblo indígena marubo, que durante siglos ha vivido en relativo aislamiento, ahora se enfrenta a un cambio radical en su forma de vida gracias a la llegada de internet de alta velocidad proporcionado por Starlink, el servicio de internet satelital de SpaceX, la compañía de Elon Musk.
Un reportaje reciente del New York Times, escrito por Jack Nicas con fotografías de Victor Moriyama, ha arrojado luz sobre esta transformación fascinante y compleja. El artículo, titulado “Un pueblo aislado del Amazonas se conectó a internet y cambió su vida”, ofrece una mirada íntima a cómo la tecnología está impactando a esta comunidad de aproximadamente 2000 personas.
El pueblo marubo: Una historia de aislamiento y adaptación
Los marubo han habitado durante siglos la Tierra Indígena del Valle del Yavarí, una región del tamaño de Portugal sin carreteras y con un laberinto de vías fluviales. Esta área alberga la mayor concentración de pueblos no contactados del mundo, con 19 de los 26 grupos viviendo en completo aislamiento.

Crédito Fotografías Victor Moriyama/New York Times

Crédito Fotografías Victor Moriyama/New York Times
Aunque los marubo mantuvieron su aislamiento durante mucho tiempo, el contacto con el mundo exterior comenzó a finales del siglo XIX con la llegada de los extractores de caucho. Este encuentro trajo consigo décadas de violencia y enfermedades, pero también nuevas costumbres y tecnologías. Los marubo comenzaron a adoptar la ropa occidental, algunos aprendieron portugués y gradualmente incorporaron herramientas modernas como armas de fuego y motosierras en su vida cotidiana.
La llegada de Starlink: Un salto tecnológico sin precedentes
La historia de cómo Starlink llegó a las aldeas marubo es tan sorprendente como sus efectos. Enoque Marubo (todos se apellidan igual en las aldeas), un líder de 40 años que ha dividido su vida entre la selva y la ciudad, vio el potencial de internet para empoderar a su pueblo. “Podía ver que esto era similar a una herramienta que lo cambiaría todo en sus vidas. Salud, educación, comunicación, protección de la selva”, explicó Enoque.

Crédito Fotografías Victor Moriyama/New York Times
Junto con Flora Dutra, una activista brasileña que trabaja con pueblos indígenas, Enoque buscó ayuda para obtener antenas Starlink. Su búsqueda los llevó a una inesperada benefactora: Allyson Reneau, una mujer de Oklahoma con un historial diverso que incluye ser consultora espacial, conferencista, autora y madre de 11 hijos.
Reneau, impresionada por el potencial impacto, donó 20 antenas Starlink, con un costo aproximado de 15.000 dólares. “El retorno de la inversión era alto”, comentó Reneau, comparando el impacto potencial con el de los misiles Stinger en Afganistán durante la década de 1980.
La instalación de las antenas fue un esfuerzo comunitario. Los hombres marubo cargaron las antenas a través de kilómetros de selva densa, a menudo descalzos o en sandalias. En las aldeas, las antenas fueron instaladas en lo alto de postes y conectadas a paneles solares, estableciendo así el vínculo entre los satélites Starlink y los teléfonos de los habitantes.
El impacto inmediato de la conexión
La llegada de internet de alta velocidad tuvo un efecto inmediato y profundo en la vida diaria de los marubo. De repente, pudieron realizar videollamadas con familiares lejanos, coordinar respuestas rápidas a emergencias médicas y acceder a una ventana al mundo exterior que antes era inimaginable.
“Cuando llegó, todo el mundo estaba feliz”, dijo Tsainama Marubo, de 73 años, reflejando el entusiasmo inicial de la comunidad.
Internet trajo beneficios claros, como la capacidad de hacer videollamadas con seres queridos que están lejos y la posibilidad de pedir ayuda rápidamente en caso de emergencias.
Sin embargo, como suele ocurrir con los grandes cambios tecnológicos, los beneficios vinieron acompañados de desafíos. Los líderes de la comunidad pronto se dieron cuenta de que necesitaban establecer límites, restringiendo el uso de internet a ciertas horas del día para mantener el equilibrio con las actividades tradicionales como la caza, la pesca y la agricultura.
Beneficios y oportunidades
Para los marubo, el acceso a internet ha traído una serie de beneficios tangibles:
1. Comunicación mejorada: Los marubo ahora pueden mantenerse en contacto con familiares y amigos que viven fuera de la selva a través de videollamadas y mensajería instantánea.
2. Respuesta rápida a emergencias: En casos de emergencias médicas, como mordeduras de serpientes venenosas, ahora pueden solicitar ayuda de forma inmediata, lo que potencialmente salva vidas.
3. Educación: Los maestros marubo pueden compartir lecciones con estudiantes en diferentes comunidades, ampliando las oportunidades educativas.
4. Coordinación comunitaria: Los líderes utilizan grupos de WhatsApp para coordinar entre aldeas y alertar a las autoridades sobre problemas de salud y destrucción ambiental.
5. Acceso a información: Los marubo ahora tienen acceso a una gran cantidad de información sobre el mundo exterior, lo que puede ampliar sus perspectivas y conocimientos.
Enoque Marubo destaca: “Ya ha salvado vidas. Creo que el internet nos ha traído muchos más beneficios que daños, al menos por ahora”.
Desafíos y preocupaciones
A pesar de los claros beneficios, la llegada de internet ha generado preocupaciones entre algunos miembros de la comunidad marubo. Estas preocupaciones reflejan muchos de los mismos problemas que han enfrentado otras sociedades con la llegada de internet:
- Pérdida de tradiciones: Hay temores de que las tradiciones culturales y la transmisión oral de conocimientos puedan verse amenazadas por la constante distracción de los dispositivos digitales.
- Cambios en el comportamiento: TamaSay Marubo, la primera líder mujer de la tribu, observa: “Algunos jóvenes mantienen nuestras tradiciones. Otros solo quieren pasar toda la tarde en sus teléfonos”.
- Exposición a contenido inapropiado: Alfredo Marubo, líder de una asociación marubo de aldeas, expresa preocupación por la exposición de los jóvenes a la pornografía y contenido sexual explícito.
- Adicción a la tecnología: Kâipa Marubo, padre de tres hijos, está preocupado por la adicción de sus hijos a los videojuegos violentos.
- Cambios en las dinámicas sociales: Algunos líderes temen que el internet esté afectando la comunicación cara a cara y las interacciones familiares.
Tsainama Marubo resume este dilema: “Los jóvenes se han vuelto flojos debido a internet. Están aprendiendo las formas de la gente blanca”. Sin embargo, también añade: “Pero por favor no nos quiten internet”.
El debate sobre la modernización
El artículo del New York Times destaca el debate en curso dentro de la comunidad marubo sobre el papel de internet en su futuro. Este debate refleja una lucha más amplia que enfrentan muchas comunidades indígenas en todo el mundo: cómo equilibrar la preservación cultural con los beneficios de la modernización.
Enoque representa la visión más optimista, viendo en internet una herramienta para el empoderamiento y el progreso.
Por otro lado, Alfredo Marubo expresa preocupación por la pérdida potencial de tradiciones culturales y los efectos negativos en el comportamiento de los jóvenes.
Este debate ha llevado a divisiones dentro de la comunidad. Alfredo incluso llegó a reportar a Dutra y Reneau por no tener los permisos necesarios de las autoridades federales para entrar en territorios indígenas protegidos, lo que llevó a críticas públicas y tensiones internas.
Mayor expansión futura
A pesar de los desafíos, parece que la tendencia hacia una mayor conectividad en el Amazonas es irreversible.
Flora Dutra ahora tiene como objetivo llevar Starlink a cientos más de grupos indígenas a lo largo del Amazonas, incluyendo al grupo apartado más grande de Brasil, los yanomami.
Sin embargo, esta rápida expansión de la conectividad ha generado preocupaciones entre algunos funcionarios del gobierno brasileño y organizaciones no gubernamentales. Argumentan que el internet se está llevando a las comunidades indígenas demasiado rápido, a menudo sin una educación adecuada sobre los peligros potenciales.
Dutra rechaza estas críticas, argumentando que son parte de una larga tradición de foráneos diciéndole a los indígenas cómo vivir. “A esto se le llama etnocentrismo: el hombre blanco que piensa que sabe lo que es mejor”, afirma.
(Fuente: Jack Nicas, “Un pueblo aislado del Amazonas se conectó a internet y cambió su vida”, The New York Times, 2 de junio de 2024 – https://www.nytimes.com/es/2024/06/02/espanol/starlink-internet-amazonia.html )