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Pedazo de Atmósfera

Juegos Olímpicos 2024, ¡qué poca elegancia, Francia!

04/08/2024

Críticas a la organización de París, a la televisación tendenciosa, y a su comportamiento como anfitriones. Ganaron la medalla de oro de inhospitalarios. Se sabe que son malos perdedores, pero también son violentos ganadores


Mostraron la hilacha en los Juegos Olímpicos 2024.

No hay perfume ni fragancia que disimule sus aromas agrios ni su falta de elegancia, Francia…

Ganaron muchas medallas en estas Olimpíadas porque tienen excelentes deportistas como para ser quintos en el medallero dorado mundial y cuartos en el total de preseas. Lástima que ese mérito es aún menor que ser segundos en el fútbol mundial…

Pero hay una medalla de oro que mereció Francia como ningún otro anfitrión anterior de la máxima fiesta mundial del deporte: la del Mayor Inhospitalario de los JJOO.

Qué poca elegancia, Francia!

Siempre fueron los franceses unos tipos mala onda con los extranjeros y con los turistas. Es de manual de viajero que a París hay que ir con la idea prefijada de que será difícil encontrar ayuda u orientación amable y dispuesta en las calles o en los comercios, inclusive en los hoteles o restaurantes.

Esa no deja de ser una vivencia extraña para cualquier argentino, o latinoamericano. Porque siempre han visto con mucho respeto, y hasta admiración quizá exagerada por el esnobismo, la cultura e historia francesa y sobre todo parisina.

La hospitalidad francesa: un oxímoron olímpico

Es un desencanto visitar París y encontrarse súbitamente con una realidad cotidiana encarnada en el francés común de la calle o el taxista o el comerciante, que se comportan hoscos, ásperos y muchas veces son intratables. Nunca se caracterizaron por ser los más simpáticos del barrio. Siempre tuvieron esa fama de mirar a los turistas como si fueran una mancha en la Gioconda.

Una conducta que desmejora esa imagen legendaria ganada por París, por sus asombrosos museos, maisons, palacios y monumentos, su sofisticada y célebre arquitectura y su singular y estratégico diseño urbano post Hossmann; sus intrincadas calles, callejuelas y amplias avenidas deliciosamente preservadas; su gastronomía y vinicultura inigualables; su magia artística diurna y nocturna… Etc.

Y como para ser competitivos con esos dones, en estas olimpíadas están exhibiendo el lado oscuro de la Galia, y el mundo lo percibe y está reaccionando.

La Re Involución Francesa, el que gana pierde

Lo que sucedió tras el brillo natural de los JJOO es que los franceses contemporáneos confirmaron esa mala imagen que dieron en la final del Mundial de Fútbol en Qatar 2022, cuando actuaron con resentimiento y prepotencia de malos perdedores tras su derrota ante Argentina.

No solamente hubo violencia en el estadio tras aquel partido mundialista, sino que luego se provocaron graves incidentes en las calles de París, y no fueron argentinos los autores, sino los propios franceses. Todo porque perdieron.

La violencia, negligencias de organización y de seguridad se repitieron en el debut de la selección argentina de fútbol en los JJOO 2024 cuando ésta jugó ante Marruecos en el estadio de Saint-Étienne.

Botellas, vasos, y todo tipo de objetos lanzaron los hinchas de Marruecos contra los argentinos
Lluvia de objetos arrojada por la hinchada marroquí
(Crédito Infobae/REUTERS/Thaier Al-Sudani)

Marruecos ganó 2-1 con el estadio vacío tras una hora y cuarto de suspensión, ya que antes de la suspensión del encuentro Argentina había empatado 2-2 sobre la hora adicional del segundo tiempo, lo que provocó que hinchas marroquíes tiraran botellazos y objetos a los argentinos, a la vez que varias decenas de exaltados saltaron a la cancha y otros arrojaron una bomba de estruendo al banco de suplentes de los rivales. El gol argentino fue anulado por el VAR tras la suspensión del juego.

El DT Javier Mascherano declaró sobre el partido del escándalo: “La posición nuestra era no jugarlo más porque nos tiraron un millón de cosas, se paró el partido siete veces… No me pasó nunca como jugador que en un partido de este nivel falle siete veces la seguridad. ¡Siete veces falló!”.

Este tipo de incidentes y actitudes intolerantes y discriminatorias se repitieron en el partido de fútbol de Francia con Argentina, en los cuartos de final del torneo Sub23 de los JJOO de París.

Sin ubicarse en su rol de anfitriones del mayor suceso deportivo mundial, y aunque habían ganado el encuentro, los jugadores y equipo técnico franceses provocaron violentamente no solo a los jugadores visitantes sino también a los hinchas argentinos.

Millot (12) desaforado, insultando y provocando al equipo argentino
(Crédito Diario El País, Montevideo/Agencia AFP)

El francés Enzo Millot fue expulsado cuando ya había terminado el partido, en una sanción poco común que aplicó el referí Tantashev por sus agresiones contra miembros del equipo argentino, ya que había celebrado de manera provocativa frente al banco de suplentes argentinos con gritos y gestos obscenos.

Luego siguió con insultos, empujones y más provocaciones antes de salir de la cancha. Hecho repudiable que continuó camino de los vestuarios fuera de las cámaras.

Todo este compendio de prepotencias y agresiones xenófobas y propias de la soberbia (una mala hija de la ignorancia) instigaron el peor de los gestos de los aficionados y jugadores franceses hacia otras naciones: el agravio de silbar y abuchear en los estadios el himno nacional del país visitante, sobre todo cuando era argentino o latinoamericano. Y lo hicieron de manera coordinada y a coro en todo un estadio. O sea, no se trataba de grupos aislados de inadaptados que solo expresan su resentimiento y odio aisladamente, que los hay en todo el mundo.

Cuesta entender la desmesura de esas agresiones, que también se repitieron en las calles de París cuando un argentino o grupo de ellos, incluso con sus familias y niños, era identificado por su camiseta típica celeste y blanca, según relataron testigos y víctimas de estos episodios.

Estos hechos se convirtieron en un ultraje al símbolo de una nacionalidad cuando prácticamente toda la parcialidad francesa silbaba y abucheaba el himno nacional del visitante argentino, como si hubiera un tácito protocolo colectivo y naturalizado de agravio, desprecio y agresión al rival según su etnia.

Pero además de ese trato ofensivo en extremo, curiosamente, ¿o no?, el Himno de la Argentina siempre sonaba en los estadios franceses con un ritmo acelerado, lejano del tempo original. Como para que sea un trámite rápido porque, para ellos, es desechable.

Es muy claro que estas actitudes surgen del odio y el resentimiento. Deberán los franceses y los europeos buscar las causas de estas sociopatías. Que no tienen justificación, y mucho menos motivadas, aparentemente, en cuestiones deportivas. Ya que Argentina nunca ha tenido conflictos con los franceses, más que ganarles legítimamente un partido de fútbol con su selección en 2022.

Más allá de que los argentinos tienen una impronta insolente y una algarabía apabullante, que los hace ver como agresivos y atrevidos, no son gente de atropellos ni violencia como los barrabravas franceses, o supporters, ni como los ya erradicados hooligans ingleses.

Los argentos son pícaros y apasionados, como descendientes de italianos y españoles, y quilomberos como en un viaje de egresados… Se les puede agregar un toque de soberbia -más irritante que representativa del promedio-, que ostentan algunos mediocres argentinos que no los quieren y avergüenzan a sus propios connacionales. Pero en su tierra son cálidos, amables, solidarios y simpáticos con los extranjeros y turistas de toda procedencia.

Los juegos olímpicos de Tartufo

La excusa para esta repetida sucesión de provocaciones, que fueron llamativamente precedidas de retóricas denuncias de la entidad del fútbol francesa y de mediáticas acusaciones contra la Argentina por parte del gobierno francés que debieron ser matizadas por ambas cancillerías, fue un ciertamente repudiable cántico de jugadores albicelestes, entonado a bordo del ómnibus que los trasladaba. En ese hecho, Enzo Fernández emitió desde su celular un video en el que se ve confusamente a parte del equipo argentino recitando frases despectivas hacia la nacionalidad de jugadores franceses.

Al respecto de ese condenable episodio aislado y nunca repetido, fue llamativa la ampulosa reacción de Francia. Pidió explicaciones y disculpas por un episodio verdaderamente lamentable, pero de escasísimo alcance y que no ha tenido en absoluto apoyo alguno entre los argentinos.

Mientras tanto, Francia muestra al mundo no solo los juegos sino una crisis social alarmante, influida por su política migratoria que genera violentos brotes de xenofobia, y rechazos generalizados hacia la clase política. Al tiempo que siempre ha negado y ocultado la verdad de sus políticas colonialistas en todos los continentes, como para alardear de fiscal étnico de un grupo mínimo de futboleros.

También Francia mantuvo bajo secreto las secuelas de sus ensayos nucleares, que durante más de 30 años, entre las décadas de los 60 y los 90, en islas de la Polinesia en el océano Pacífico, han causado y siguen causando muertes por cáncer en los isleños, víctimas de la radiación por las explosiones atómicas de potencias decenas de veces superiores a las de Hiroshima y Nagasaki.

La hipocresía es el arte de amordazar la dignidad

“El hombre mediocre”, José Ingenieros

Pero hoy los franceses están muy nerviosos. Y eso no es bueno para quien recibe invitados en su casa.

Los asistentes a los JJOO lo comprobaron. No era una leyenda urbana. Se decía que los parisinos en su mayoría no aprobaban la realización de estos juegos en su ciudad, y por el comportamiento inhóspito que los expuso sin careta, se confirmó lo que revelaban las redes sociales.

Que los parisinos, al igual que braman en España los catalanes, malagueños, canarios, y otros residentes permanentes de la Europa turística tradicional, tienen una bronca que se suma a su mala onda innata por el impacto del turismo en su infraestructura urbana y de servicios y en los precios de alquileres y de bienes de consumo.

Al punto que las autoridades francesas, y el Comité Organizador de París 2024, habían reconocido estos desafíos nacidos del mal carácter de sus habitantes, y aseguraban estar trabajando para abordarlos.

Anunciaron que habían lanzado campañas de concientización sobre la importancia de la hospitalidad y el espíritu olímpico. A confesión de parte, relevo de prueba…

Robos y riesgo de atentados

La delegación argentina de fútbol sufrió un robo en el lugar donde se aloja.

El mismo DT Javier Mascherano lo reveló después de los vergonzosos incidentes tras el partido ante Marruecos:

“Ayer nos entraron a robar al predio. A Thiago Almada le robaron las cosas. Nos piden credencial para todo, pero después pasan estas cosas. Hoy invadieron siete veces el campo y después nos tiraron petardos”, expresó en diálogo con el canal de cable TyC Sports.

Previamente, antes del inicio oficial de los JJOO, la delegación australiana de BMX fue víctima de un violento robo.

El estadio Saint Étienne corrió peligro

Este escenario de riesgo en la seguridad para los equipos olímpicos, incluidos atentados terroristas, y sobre todo para el estadio donde, nada menos, jugó Argentina con Marruecos, había sido previsto por el país organizador, en una inquietante declaración que publicó la agencia española EFE.

En ese despacho el Ministro de Interior, Gérald Darmanin, aseguró que sus servicios de inteligencia no tienen constancia de amenazas caracterizadas, más allá de un posible atentado contra el estadio de fútbol de la ciudad de Saint Étienne, que fue desarticulado.

¿Estaba Francia capacitada para un compromiso mundial que puso en riesgo a millones de visitantes?

Esto refuerza la pregunta y queja de los visitantes en cuanto a ¿¡qué coño tienen que ver los turistas atraídos por el turismo que los mismos europeos inventaron y les llenó los bolsillos!? Hay que ser necios…

Las televisaciones: un ejercicio de narcisismo audiovisual

Para peor, las transmisiones de la televisión de Francia al mundo, a cargo de la TV pública France Télévisions, fueron un capítulo aparte.

Es como si los camarógrafos y directores tuvieran un romance con la bandera francesa. Hubo momentos que se veía más tricolor que en el desfile del 14 de julio.

Y ni hablar de las “prioridades” en la cobertura. A veces se perdieron momentos clave del juego porque mostraban a un francés rascándose la nuca en las tribunas. Un ejercicio de patriotismo tan chauvinista que hasta De Gaulle diría “Aflojen un poco”.

Lo más loco es que parece que se olvidaron que el espíritu olímpico es de unión y fraternidad, y lo reinterpretaron como “Todos contra todos, pero más contra los que no son franceses”. Es como si hubieran agarrado el lema olímpico “Más rápido, más alto, más fuerte” y le hubieran agregado “…y más mala onda”.

La TV argentina también tiene lo suyo…

Tampoco las emisiones locales de los JJOO en la TV Pública argentina ni en el canal privado con derechos de transmisión fueron lo prolijas, informativas y limpias que deberían ser.

Es claro que dependían de la transmisión de origen de France Télévisions, que ya está dicho, careció de imparcialidad, y que además, pese a su formidable infraestructura tecnológica y de recursos humanos, llegaba tarde u “olvidaba” algunos detalles deportivos.

En el caso argentino, la programación de la TV Pública fue bastante variada y, en general, en tiempo real. Lo molesto fueron los largos discursos de su conductor, sus deportistas invitados y sus reporteras/os en Francia, excesos verbales que se atemperaron en los últimos días previos a la finalización de los JJOO, quizá por la queja del público, y que también reflejamos en este artículo.

Todos cayeron en el exceso de referencias ajenas al dato que el espectador busca del juego en pantalla. Por un vicio arraigado en los canales, se privilegia mostrar conocimientos personales, con lo cual es frecuente que sean reiterativos con temas ya sabidos o que no vienen al caso en el momento, en lugar de sintetizar la información precisa y ser didácticos con las particularidades de la competencia en desarrollo.

Con ese palabrerío, a veces, muchas, el discurso solapaba las situaciones instantáneas del juego. Y el televidente no entendía bien qué pasó. O lo supo tarde.

En el caso de TyC Sport, el conductor, Gonzalo Bonadeo, puso un tono menos inflamado y menos incitador que el de la TV Pública, Gustavo Kuffner (que también se moderó en los ultimos días). Pero su tarea solitaria y aparentemente sin demasiado apoyo, salvo sus invitados, a veces se volvía imprecisa, confusa y necesitada de enmiendas.

También quizá por esa falta de mayor sostén de producción, el conductor de TyC Sports extendía demasiado su enfoque sobre un juego, afectando el tiempo que requerían otros juegos en desarrollo y tan interesantes para el público como el que estaba en pantalla. Estos JJOO, Bonadeo no fue el mismo bastonero que en olimpíadas anteriores, se lo notó disperso o inconsistente en momentos, en contraste con su historia de buen relator de estos acontecimientos deportivos.

Segmentar en diferentes canales los juegos del mismo horario

Parecería que los productores y presentadores de los JJOO no entienden que el espectador tiene un tiempo de atención y retención en la dinámica de las olimpíadas en directo. Y que superado ese lapso todo se vuelve tedioso y sin sentido para diferentes porciones de audiencia, en un acontecimiento que exige mil ojos y oídos a la vez y que requiere que se distribuyan los tiempos en pantalla ponderando adecuadamente las expectativas promedio del espectador.

Porque el público de TV de los JJOO no está sentado en la tribuna de un estadio para ver un solo partido de básquet, por ejemplo. Sino que demanda la visión casi simultánea de varios espacios de competencia a la vez.

Hasta ahora, ese modelo diversificado de información no existe acá, ni por lo tanto es posible satisfacer a toda la demanda del público de los juegos. Es una carencia de la TV en este tipo de acontecimientos.

Deberían segmentar en diferentes canales cada disciplina o grupos de deportes afines que se jueguen en el mismo horario, como por caso hizo Gran Hermano en Directv Go con las diferentes cámaras en distintos lugares de la casa. Obviamente, no hay quién banque los costos de semejante despliegue para un producto como los JJOO, que tiene horarios dispersos fuera del prime time y una audiencia inestable, por lo cual no rinde publicitariamente como GH.

¿Los peores anfitriones de la historia olímpica?

Los franceses hicieron historia como anfitriones desagradables.

¡¡Qué poca e4legancia, Francia!!

Un viajero rioplatense comentó en el anonimato (¿por temor a represalias?): “Capaz que en el fondo fue toda una estrategia para que los atletas extranjeros estuvieran tan incómodos que no pudieran competir bien. Aunque conociendo a los franceses, seguro que ni para eso son estratégicos. Son así nomás, qué le vas a hacer”. 

Y como muestra basta un botón, va de cierre una perlita (negra) de cómo los franceses se creen suizos, pero no por los chocolates, sino por los relojes….

Souvenires

Les pasó a las chicas de la selección femenina de fútbol de Brasil.

Fueron víctimas de los tiempos amañados por los árbitros en favor de los europeos en los dos últimos partidos que las canarinhas jugaron en cuartos y semifinal del fútbol femenino en los JJOO.

Primero le ganaron 1-0 a Francia, el sábado 3, con lo cual las exitosas canarinhas se clasificaron entre los cuatro mejores equipos del torneo. Y hoy martes 6 golearon a España 4-2.

El DT brasileño Arthur Elías reclama por el excesivo tiempo añadido
El DT Elías reclama por la hora a la referí

Lo escandaloso es que en ambos partidos, y sin circunstancias que lo justificaran ya que no hubo demoras semejantes en cada uno de los 90′, les añadieron ¡16 minutos! al segundo tiempo del primer encuentro. Y 15′ al del segundo partido, que finalmente se hicieron ¡18′!

Fue evidente que se trataba de beneficiar, en el primer partido a Francia. Y hoy a España, que perdía de modo humillante y con errores asombrosos sobre todo en los minutos finales, cuando las ibéricas apuntaron su segundo gol, que de todos modos no les alcanzó.

Todo este desvergonzado manejo, del que no parece haber antecedentes en campeonatos de este nivel, se daba mientras la afición verdeamarela en las tribunas y el equipo técnico del DT Arthur Elias reclamaban con gestos y protestas en ambos partidos.

Pero está dicho que a los JJOO de París no se va a incomodar el narcisismo galo, en lo cual se incluye ningunear y perjudicar descaradamente a los olímpicos extranjeros.

Las tácticas del legendario Vercingétorix dieron resultado al fin para los galos y su orgullo indomable. Las caraninhas no lograron el merecido primer Oro de su historia, que fue ganado limpiamente por el seleccionado de soccer de los Estados Unidos.

(Créditos Microsoft Designer/DALL-E 3/Claude 3.5 Sonnet)