El viernes 19 de julio de 2024 quedará grabado en la historia de la tecnología como el día de caos en que el mundo digital se tambaleó. Un error en cascada provocó uno de los apagones informáticos más disruptivos de los últimos años, exponiendo la fragilidad de nuestra infraestructura digital y la peligrosa dependencia de un puñado de empresas tecnológicas.
El epicentro de este terremoto digital se localizó en una actualización de software aparentemente rutinaria de CrowdStrike, una empresa líder en ciberseguridad.
CrowdStrike es conocida por proporcionar protección contra ciberataques a numerosas empresas en todo el mundo. Sin embargo, en esta ocasión, el guardián se convirtió inadvertidamente en el origen del problema.
El error en el software de CrowdStrike tuvo un efecto devastador en los sistemas que utilizan Windows de Microsoft, el sistema operativo para computadoras personales más utilizado en el mundo. Esta combinación resultó ser explosiva, afectando a cientos de millones de ordenadores de pequeños consumidores y, lo que es más preocupante, a sistemas críticos de infraestructura atendidos por entornos Windows.

Si bien Windows no es líder en el mercado de sistemas de servidores, cuya mayor cuota la ocupan los sistemas operativos derivados de Linux en hasta un 85% del total global, según estadísticas actuales, el software de Microsoft es muy utilizado en algunas tecnologías de grandes centros de datos mundiales y el impacto de su caída afecta a corporaciones de orden internacional.
Alcance del impacto en múltiples sectores privados y públicos
- Aviación: Numerosas aerolíneas reportaron problemas en sus sistemas de reserva y control de vuelos, causando retrasos y cancelaciones en todo el mundo.
- Servicios financieros: Bancos y sistemas de pago digital experimentaron interrupciones, dejando a millones de personas sin acceso a sus cuentas o incapaces de realizar transacciones.
- Servicios de emergencia: Centros de llamadas de emergencia se vieron afectados, poniendo en riesgo la capacidad de respuesta a situaciones críticas.
- Salud: Hospitales reportaron problemas con sus sistemas de gestión, afectando desde la programación de citas hasta el acceso a historiales médicos.
- Infraestructura crítica: Servicios públicos, incluyendo redes eléctricas y sistemas de distribución de agua, experimentaron fallos en sus sistemas de control.
Reacciones de los expertos
Chuck Herrin, ejecutivo de la firma de seguridad digital F5 Inc., expresó su asombro ante la magnitud del incidente: “No hemos visto un fallo en cascada como este, tal vez nunca”. Esta declaración subraya la naturaleza sin precedentes del evento.
Marie Vasek, profesora asistente del departamento de ciencias de la computación del University College London, ofreció una perspectiva más crítica. Señaló que el incidente pone de manifiesto la peligrosa dependencia de los sistemas tecnológicos globales en un pequeño número de empresas, principalmente Microsoft y CrowdStrike. “El problema aquí es que Microsoft es un software estándar que todo el mundo usa, y el error en CrowdStrike se implementa en todos y cada uno de los sistemas”, explicó Vasek.
La complejidad como factor de riesgo
Los expertos coinciden en que la creciente complejidad e interconexión de las redes tecnológicas modernas aumenta exponencialmente el riesgo de fallos catastróficos. Un simple error en una línea de código puede tener efectos en cascada, derribando redes enteras como un castillo de naipes digital.
Vasek destacó otro factor crítico: el acceso privilegiado que se otorga al software de seguridad como el de CrowdStrike. Esta prioridad, diseñada para proporcionar una mejor protección, se convierte en un talón de Aquiles cuando el software de seguridad falla, paralizando los sistemas que debería proteger.
Respuesta y recuperación
CrowdStrike emitió un comunicado indicando que están “trabajando con todos los clientes afectados para garantizar que los sistemas vuelvan a funcionar y puedan ofrecer los servicios que sus clientes esperan”. La empresa se apresuró a desarrollar y distribuir una actualización para corregir el error.
Algunas organizaciones afectadas, incluyendo bancos y centros de servicios de emergencia, informaron que habían implementado el software reparado y estaban en proceso de recuperación. Sin embargo, los expertos advierten que los efectos podrían persistir durante días, afectando vuelos, procedimientos médicos y sistemas de nómina, entre otros.
Herrin señaló un desafío adicional en el proceso de recuperación: la necesidad de acceder físicamente a servidores en centros de datos remotos para instalar actualizaciones y reiniciar los sistemas. Esto podría prolongar el tiempo de recuperación para algunas organizaciones.
Lecciones y llamados a la acción
Este incidente ha generado un intenso debate sobre la necesidad de mayor resiliencia y diversificación en la infraestructura de software crítica. Vasek argumenta que tanto Microsoft como CrowdStrike deben examinar y mejorar sus procedimientos:
- CrowdStrike necesita reconsiderar cómo actualizar de manera segura su software en millones de redes informáticas.
- Microsoft debe implementar medidas más robustas para garantizar que las actualizaciones de software de terceros no paralicen los sistemas Windows.
“Microsoft necesita pensar en cómo verificar que el software sea como debería ser”, afirmó Vasek, destacando la responsabilidad de la gigante tecnológica en prevenir futuros incidentes similares.
Respuesta de Microsoft
Microsoft, por su parte, declaró estar “apoyando activamente a los clientes para ayudar en su recuperación”. Sin embargo, la empresa no abordó directamente las críticas sobre la necesidad de mejorar sus procesos de verificación de software de terceros.
La compañía también reportó interrupciones en algunos de sus populares servicios conectados a la web para redes tecnológicas corporativas y gubernamentales, así como en su servicio de computación en la nube Azure. Un portavoz de Microsoft afirmó que no creen que el error de software de CrowdStrike esté relacionado con la interrupción que afectó a “un subconjunto de clientes de Azure”, la cual ya ha sido resuelta.
Grandes fallos tecnológicos en la historia reciente
- Fallo de Amazon Web Services (2021): Una interrupción masiva de AWS afectó a numerosos sitios web y servicios en línea, destacando la dependencia global de la infraestructura en la nube.
- Caída de Facebook, WhatsApp e Instagram (2021): Un error de configuración provocó una caída de aproximadamente seis horas en todas las plataformas de Meta, afectando a millones de usuarios en todo el mundo.
- Apagón de SolarWinds (2020): Aunque no fue un fallo técnico sino un ataque cibernético, este incidente afectó a numerosas agencias gubernamentales y empresas, exponiendo vulnerabilidades en la cadena de suministro de software.
- Bug del año 2000 (Y2K): Aunque finalmente tuvo un impacto limitado, la preocupación por este error potencial llevó a una masiva actualización de sistemas a nivel global.
- Fallo del sistema de reservas de aerolíneas Sabre (2013): Un problema en este sistema utilizado por múltiples aerolíneas causó retrasos y cancelaciones en todo el mundo.
Implicaciones futuras
Este incidente subraya la urgente necesidad de reevaluar nuestras dependencias tecnológicas y fortalecer la resiliencia de los sistemas críticos. Algunas medidas que los expertos sugieren incluyen:
- Diversificación de proveedores: Reducir la dependencia de un solo proveedor de software o servicios críticos.
- Mejora de los procesos de prueba: Implementar pruebas más rigurosas antes de lanzar actualizaciones de software, especialmente para sistemas críticos.
- Sistemas de respaldo: Desarrollar y mantener sistemas alternativos que puedan activarse en caso de fallo de los sistemas principales.
- Colaboración internacional: Fomentar la cooperación entre países y empresas para establecer estándares de seguridad y resiliencia más robustos.
- Inversión en educación: Formar a más profesionales en ciberseguridad y gestión de sistemas complejos.
Conclusión
El apagón global del 19 de julio de 2024 será recordado como un punto de inflexión en la historia de la tecnología. Ha expuesto de manera dramática las vulnerabilidades de nuestra infraestructura digital y la peligrosa concentración de poder en manos de unas pocas empresas tecnológicas.
Mientras el mundo digital se recupera lentamente de este golpe, queda claro que se necesitan cambios fundamentales en la forma en que diseñamos, implementamos y mantenemos nuestros sistemas tecnológicos. La pregunta que queda en el aire es si seremos capaces de aprender de esta lección antes de que ocurra el próximo gran fallo.
Este incidente nos recuerda que, en la era digital, la estabilidad y la seguridad ya no son solo preocupaciones de los departamentos de TI, sino imperativos globales que afectan a todos los aspectos de la sociedad moderna. El desafío ahora es traducir esta toma de conciencia en acciones concretas que fortalezcan nuestro tejido digital compartido.
De Kubrick al presente: Cuando la ciencia ficción se vuelve realidad
(Crédito Dr. Strangelove belongs to Sony Pictures Movies & Shows/Video con partes del film en el canal de Youtube de OkehWolf)
El incidente global de 2024 no solo evoca el escenario catastrófico del film Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb (en España: ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú. En Latinoamérica: Dr. Insólito o Cómo aprendí a dejar de preocuparme y amar la bomba) fue producida y dirigida en 1964 por el genial Stanley Kubrick.
También nos recuerda otra obra maestra de Kubrick: “2001: A Space Odyssey” (“2001: odisea del espacio”). En esta película, de 1968, se muestra cómo la inteligencia artificial HAL 9000 falla catastróficamente, poniendo en peligro una misión espacial crucial.
Hoy, más de medio siglo después, nos encontramos en una encrucijada similar. Los sistemas de IA y aprendizaje automático están cada vez más integrados en nuestra infraestructura crítica. El fallo de CrowdStrike, aunque no involucra directamente una IA como HAL, plantea preguntas similares sobre nuestra dependencia de sistemas automatizados y la posibilidad de fallos catastróficos.
La visión de Kubrick nos recuerda que, a medida que avanzamos hacia un futuro cada vez más automatizado e interconectado, debemos mantener un equilibrio entre el progreso tecnológico y la precaución. El incidente de 2024 subraya la necesidad de sistemas de seguridad robustos, redundancias y, quizás lo más importante, la capacidad humana para intervenir y corregir cuando los sistemas automatizados fallan.
Este paralelo entre la ficción de Kubrick y nuestra realidad actual no solo añade una capa de profundidad histórica a nuestro análisis, sino que también resalta cómo el arte y la cultura popular pueden servir como importantes herramientas para anticipar y reflexionar sobre los desafíos tecnológicos del futuro.
Fuente: partes del cuerpo principal de este artículo están basadas en la información extraída del artículo “How software errors melted down the world’s computer systems” por Shira Ovide, publicado en The Washington Post el 19 de julio de 2024.