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Pedazo de Atmósfera

El Gran Apagón: Cuando la TV se va de vacaciones y deja a su audiencia encendida

23/06/2024
"Thank God It's Friday"​

En un mundo cada vez más conectado, donde el contenido está disponible 24/7, la televisión abierta parece dar un paso atrás justo cuando más se la necesita.

Los días feriados, esos momentos en que gran parte de la audiencia tiene tiempo para sentarse frente a la pantalla, paradójicamente se han convertido en un desierto de contenido original y de calidad.

Muchos conductores de programas que se emiten de lunes a viernes han adoptado una curiosa costumbre que revela más de lo que quizás pretenden:

  1. Euforia desmedida: Los viernes celebran la llegada del fin de semana con un entusiasmo TGIF (Thank God It’s Friday), que sugiere alivio por alejarse de las cámaras.
  2. Actitud de oficinista frustrado: Se comportan como si su trabajo fuera una carga, similar a empleados desmotivados anhelando el descanso.
  3. Desconexión con la audiencia: Olvidan que muchos espectadores no comparten ese privilegio de fines de semana libres.
  4. Imagen poco profesional: Esta actitud puede percibirse como ingratitud hacia un trabajo que muchos considerarían privilegiado.
  5. Impacto en la percepción: ¿Cómo afecta esto la imagen del programa y la conexión con su público?

Deberían reconsiderar esta práctica y mostrar más aprecio por su rol y su audiencia. Ponele…

Es desconcertante la decisión de muchos programas de TV de disminuir su oferta justo cuando la demanda potencial es mayor, y las consecuencias que esto puede tener para el futuro del medio.

Feriado, y la TV aburre

La situación es familiar para muchos espectadores: entre lunes y viernes cuando hay un feriado, al encender el televisor se encuentran con que sus programas favoritos han sufrido una transformación.

Los conductores principales brillan por su ausencia, reemplazados por colaboradores que, aunque competentes, no logran replicar la dinámica habitual del programa.

En otros casos, la pantalla se llena de repeticiones, como si el calendario se hubiera rebobinado misteriosamente.

Este fenómeno resulta particularmente frustrante cuando se considera su impacto en la audiencia.

Además de que los feriados son precisamente cuando gran parte del público tiene más tiempo libre para disfrutar de la programación televisiva, no se debería ignorar que existen audiencias cautivas como personas mayores, enfermos, o aquellos que simplemente prefieren quedarse en casa, especialmente en días lluviosos o fríos.

¿Más demanda que oferta?

Paradójicamente, cuando la demanda potencial de entretenimiento televisivo aumenta, la oferta de contenido original disminuye.

Enfermo postrado viendo tele
Enfermo en casa, un feriado

¿Qué motiva esta práctica? Las razones más probables incluyen la reducción de costos de producción, el deseo de proporcionar descanso al personal con convenios laborales, y también, quizás, una percepción errónea de que hay menor audiencia durante los feriados.

Sin embargo, estas justificaciones parecen miopes frente a las consecuencias negativas que conlleva esta decisión.

Las consecuencias de esta práctica son múltiples y potencialmente graves para la industria televisiva.

En primer lugar, se produce una notable disminución en la calidad del contenido. Los programas resultan menos preparados o improvisados, perdiendo la dinámica habitual entre el conductor principal y el equipo. Temas importantes y urgentes del día pueden carecer de tratamiento.

Además, se desperdicia una valiosa oportunidad para captar nueva audiencia.

Los días feriados podrían ser el momento ideal para ofrecer contenido especial que atraiga a nuevos espectadores.

Sin embargo, al presentar una versión disminuida de su programación habitual, los canales facilitan que la audiencia ocasional se lleve una impresión negativa. Y siga migrando a otros soportes.

El streaming sigue ganando posiciones

Porque el fenómeno de la migración de espectadores a otras plataformas no es solo por esta causa, sino porque es parte de una transformación imparable por el avance de la tecnología digital.

TV, lluvia y frìo
Feriado en casa, lluvia y frío. La familia apuesta al VoD

En un panorama mediático donde el streaming y el soporte de Video Bajo Demanda (VoD) ganan terreno día a día, al punto que se estima que el 60% de la audiencia elige el VoD, la televisión abierta tradicional no puede permitirse decepcionar a su audiencia.

Cada espectador que decide pasar su tiempo libre en plataformas digitales en lugar de ver televisión representa una pérdida que puede ser difícil de recuperar en los días regulares.

Existen alternativas que los canales podrían considerar. La creación de programación especial para feriados, una rotación planificada de conductores que asegure la presencia de figuras principales incluso en días festivos, o la inversión en contenido de calidad específicamente diseñado para estos días podrían ser estrategias efectivas.

Los ejemplos de esta problemática abundan en la programación actual. Podemos encontrar programas matutinos de noticias y entretenimiento que en feriados llenan con segmentos pregrabados (por ejemplo, de cocina y manualidades, o repetición de entrevistas), perdiendo su esencia informativa.

O talk shows vespertinos que en días festivos son conducidos por presentadores secundarios. O que sin aviso repiten programas anteriores completos, con un desfasaje notable en hechos y situaciones ya ocurridas.

Los noticieros no escapan a esta tendencia, limitándose a más noticias intrascendentes que las que acostumbran, dejando un vacío en la cobertura de acontecimientos locales relevantes.

La tele abierta pero cerrada

La televisión abierta tradicional se encuentra en una encrucijada. En un momento en que enfrenta una competencia feroz de las plataformas digitales, no puede darse el lujo de decepcionar a su audiencia, especialmente en los días en que tiene la oportunidad de brillar.

Los canales y productores deberían replantear su estrategia para los feriados y fines de semana y reconocer que cada día es una oportunidad para conectar con los espectadores y ofrecer contenido de calidad y variedad.

El futuro, que así aparece cada vez más corto para la TV abierta, también dependerá de su capacidad para adaptarse y valorar genuinamente a su audiencia, sin importar el día del calendario.